1 de septiembre de 2016

Antiguo grabado de Nuestra Sra, del Roario.
Inmersos ya en el novenario en honor a Nuestra Señora del Rosario, venerada en Santa Quiteria y cuya fiesta principal tiene lugar el día de la Natividad de María, venimos hoy a rememorar cómo se celebraban estas fiestas –paralelas a la feria local- después de la Guerra Civil española.
La  Sagrada Imagen fue destruida durante la contienda y por ello fue restituida en 1943, siendo su autor el imaginero valenciano José María Ponsoda, el mismo que Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado o María Santísima de los Dolores, imágenes que también se perdieron durante el conflicto. Ese año, con motivo de la llegada de la nueva imagen, la novena comenzó el 7 de septiembre, día en que fue bendecida la talla. Esa misma noche, se cantó la Salve y tuvo lugar una quema de fuegos artificiales en su honor. El día 8 de septiembre, Natividad de María, se celebró la función solemne a las diez de la mañana y la procesión a las 8 de la tarde con el siguiente itinerario: San Francisco, Canalejas, Generalísimo (hoy, Emilio Castelar), Ramón y Cajal, Antonio Maura y Hermanos Galera (actualmente, La Feria) (1).
Tras este año especial por la llegada de la Imagen, las fiestas continuaron celebrándose con normalidad en años posteriores. Así, el programa de actos de 1944 incluía una novena en honor a Nuestra Señora del Rosario, la salve en su honor el día 7 de septiembre por la noche en la parroquia de Santa Quiteria y una posterior pólvora con verbena popular. El día 8 tenía lugar la función solemne, a la que acudían las autoridades del municipio y que contaba con la participación de la capilla local, y la procesión por las principales calles de la ciudad (2). Es en 1948 cuando se habla por primera vez de la celebración de un rosario de la aurora a las 6:30 de la mañana del día 8 (3).
Tras la Guerra Civil, la cofradía de Nuestra Señora del Rosario tuvo que recomponerse casi por completo, empezando, como hemos dicho, por la misma Imagen, pero también haciéndose cargo de su ajuar, capilla y andas para la procesión. Así lo relata su hermano mayor, José Gómez Menaut en el periódico Lanza en 1955 (4) cuando dice que ha sido el manto y la toca nuevos otro gran objetivo para la hermandad, así como el palio bordado y las andas para la procesión, aunque sostiene que se trabaja para conseguir una carroza.
Poco a poco, la festividad se va enriqueciendo en actos, tanto que, en 1956 se introduce la celebración de una misa de comunión general tras el rosario de la aurora del día 8. Concretamente dicho día, le fue impuesto a la Virgen el fajín de general de Eliseo Álvarez Arenas (5). Pocos años después, en 1962, el periódico provincial tiene constancia por primera vez de la celebración de un besamanos en honor de la Virgen el día 7. Igualmente, informa de una Función de Sargentos el día 9 de septiembre a las 8 de la mañana (6).
Hasta 1952, la feria y fiestas de Alcázar de San Juan tenían lugar del 7 al 12 de septiembre pero después se adelantan para celebrarse del 4 al 8 de septiembre, lo que provocaba la coincidencia de la fiesta con el noverario de Nuestra Señora del Rosario. Por ello, la junta tomó la decisión en 1966 de cambiar las fechas de la novena para que no coincidieran, teniendo lugar del 26 de agosto al 3 de septiembre (7). Así, se decide incluir otros actos durante estos días, como la presentación de niños nacidos durante el curso 1965-1966 el día 5 de septiembre y un Te Deum el día 6 de septiembre.
A lo largo de los años hasta la actualidad se han mantenido el grueso de los actos que hemos mencionado y otros se han modificado, como por ejemplo, las fechas de la novena. Igualmente, se han añadido actos, si bien no de carácter litúrgico, uno de ellos es el concurso de dibujo infantil que se viene celebrando hace ya más de una década.


Cristina

(1)    Lanza, 08-09-1943, p. 8
(2)    Lanza, 05-09-1944, p. 3
(3)    Lanza, 04-09-1948, p. 9
(4)    Lanza, 08-09-1955, p. 5
(5)    Lanza, 04-09-1962, p. 4
(6)    Lanza, 04-09-1962, p. 5
(7)    Lanza, 16-09-1966, p. 6

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